La contratación de un seguro de salud con cobertura básica o completa marcará las diferencias en el servicio que el usuario recibirá posteriormente. También marcará, con amplia holgura, el precio definitivo de la póliza.
¿Qué tipos de coberturas ofrece un seguro de salud?
Las coberturas del seguro de salud pueden alcanzar multitud de pruebas u operaciones quirúrgicas, aunque con ciertas limitaciones. Pueden dividirse en dos grupos concretos:
Cobertura básica
Se trata de pólizas de seguros que, rara vez, superan los 20 euros de precio. Su rango de acción es limitado, pero puede ser especialmente recomendable para personas que acuden poco al médico o requieren de la supervisión de un especialista.
Asistencia primaria Permitirá atender aquellos aspectos sanitarios esenciales, como una consulta con el médico de cabecera o el acceso a servicios de enfermería o pediatría. Especialidades Incluirá también la consulta y tratamiento de diversas especialidades médicas, siempre y cuando no impliquen la hospitalización o una intervención quirúrgica para el asegurado. Pruebas de diagnóstico El usuario tendrá acceso a prácticamente la totalidad del catálogo de pruebas diagnósticas, análisis, pruebas de imagen... Todo lo que su médico solicite
Cobertura completa
Garantizará, prácticamente de manera total, la total asistencia ante cualquier imprevisto sanitario que se presente al usuario. Eso sí, como mínimo, su coste suele sobrepasar los 35 euros y puede alcanzar con facilidad, y cuanto mayor sea el número de coberturas, los 65 euros.
Hospitalización Es la principal cobertura del seguro de salud completo, ya que facilita el ingreso ilimitado de un paciente, con atención personalizada y materiales y productos incluidos. Urgencias 24 horas La aseguradora incluirá cobertura de urgencias 24 horas, tanto a domicilio como en los propios hospitales y clínicas. No habrá periodo de carencia en dichos casos. Obstreticia y parto Una vez superado el periodo de carencia, la embarazada podrá hacer un seguimiento de su embarazo, preparación para su parto, y la habitual asistencia.
Periodos de carencia habituales
Como periodo de carencia, las compañías establecen determinados marcos temporales que el usuario deberá cumplir hasta poder utilizar la totalidad de las coberturas de la póliza contratada.
Pruebas e intervenciones
Lo habitual, al menos entre las aseguradoras de mayor prestigio, es que el periodo de carencia sea de 6 meses para pruebas y operaciones. No obstante, algunas compañías lo reducen, en ocasiones, a un único trimestre.
Parto y obstetricia
Las compañías establecen una carencia que, prácticamente, abarca todo el periodo de gestación: 8 meses. Se recomienda su contratación antes de que la mujer quede embarazada, para así disponer de todas las coberturas.
Asistencia en el extranjero
Esta cobertura, que suele ser adicional para las compañías, dispone como mínimo de un periodo de carencia de unos 3 meses. No obstante, hay algunas compañías aseguradoras que pueden instaurarlo en un mismo semestre.
¿Cuáles son las exclusiones de un seguro de salud?
Las exclusiones de una póliza de salud se refieren a todas aquellas coberturas, tratamientos o condiciones a las que no podrá acceder el asegurado. El usuario será informado, de manera previa, de dichas circunstancias, las cuales podrían ser las siguientes:
- Alergología: las vacunas e inyecciones para la alergia, sea cual sea la edad del asegurado y el tipo de inyección que necesite. Todas llevarán un coste adicional.
- Salud mental: las hospitalizaciones psiquiátricas o terapias psicoanalíticas quedarán excluidas del seguro. No obstante, las consultas psicológicas serán, según la compañía, gratuitas, con precios rebajados o con varias sesiones incluidas.
- Cirugía estética y cirugía refractiva: aquellas intervenciones estéticas que no pongan solución a una necesidad vital, así como aquellas operaciones relacionadas con problemas de visión como miopía, astigmatismo o hipermetropía, no estarán incluidas en el seguro de salud.
Además de estas y otras exclusiones es necesario tener en cuenta que cada cobertura tendrá unos límites que marcarán su alcance de protección. Estos, variarán en función de la póliza contratada.